Revista Caribeña de Investigación Educativa, 2017, 1(1), 53-69 ISSN (impreso): 2636-2139 ISSN (en línea): 2636-2147 Sitio web: https://revistas.isfodosu.edu.do/index.php/recie/

PERCEPCIONES DEL USO DEL MÓVIL EN ESTUDIANTES EN FORMACIÓN PROFESIONAL

Perceptions of the use of the mobile students in professional training

DOI: https://doi.org/10.32541/recie.2017.v1i1.pp53-69

Begoña E. Sampedro-Requena* Universidad de Córdoba, España Correo-e: bsampedro@uco.es

Juan Carlos Dobado-Castañeda Universidad de Córdoba, España Correo-e: laboral_cor@hotmail.com 

Recibido: Aprobado:

RECIE Journals - Open Access

Cómo citar:

Sampedro-Requena, B. E., & Dobado-Castañeda, J. C. (2017). Percepciones del uso del móvil en estudiantes en formación profesional. Revista Caribeña de Investigación Educativa (RECIE), 1(1), 80-8. doi: https://doi.org/10.32541/recie.2017.v1i1.pp53-69

Resumen

Los dispositivos móviles proliferan de manera acuciante en el quehacer diario de todos los sujetos, su versatilidad para comunicarnos, relacionarnos e informarnos constituye una herramienta poderosa que ha aterrizado en los entornos educativos, por lo que es necesario estudiar el uso que los jóvenes realizan de los mismos en su ciclo vital. El objeto fundamental de este artículo es conocer la valoración de 220 estudiantes de formación profesional, pertenecientes a dos instituciones escolares del Distrito Sur de la ciudad de Córdoba (España) sobre el uso que realizan del móvil; para lo cual, se utilizará una metodología cuantitativa mediante un diseño ex post-facto. Los principales resultados de este estudio indican que existen diferencias estadísticamente significativas del uso del móvil en función del sexo; la tipología de centros en los que están matriculados; el grado y la rama profesional del ciclo formativo; el dispositivo que emplean habitualmente para conectarse a Internet; y, las horas al día en las que se conectan. La principal desigualdad encontrada pone de manifiesto que los jóvenes, cada vez, son más asiduos a emplear el móvil en todas las actividades diarias y, que no son conscientes del uso inadecuado del mismo.


Palabras clave

teléfono móvil; adolescente; formación profesional; percepción

Abstract

Mobile devices proliferate more acute in the daily work of all subjects, his versatility to communicate, relate and inform us is a powerful tool, that has landed in educational environments, so it is necessary to study the use that young people make of them in their life cycle. The fundamental objective of this article is to know the evaluation of 220 vocational training students, belonging to two schools in the Southern District of the city of Córdoba (Spain), about the use they make of the mobile; for which a quantitative methodology will be used through an ex post facto design. The main results of this study indicate that there is statistically significant differences in the use of mobile phones by sex; the type of centers that are enrolled; the degree and vocational training cycle branch; the device they usually use to connect to the Internet; and, the hours a day in which they connect. The main inequality found shows that young people, each time, they are more likely to use the mobile phone in all daily activities and, who are not aware of improper use of it.


Keywords

mobile phones; teenagers; vocational training; perception

1. Revisión de la literatura

Las Tecnologías de la Información y Comunicación son una parte muy importante de nuestra sociedad, su uso ha cambiado nuestra vida cotidiana y mediatiza nuestras formas de relacionarnos con el entorno y con los demás. Este hecho fue uno de los que dio lugar a la denominada “Sociedad de la Información y el Conocimiento”, adoptándose esta expresión, y su variante “sociedad del saber”, dentro de las políticas institucionales de todos los países (UNESCO, 2008). Una rápida aproximación a este concepto hace referencia a la selección que el ciudadano hace de esta información, el cual ya “sabe” qué quiere y qué necesita saber en cada caso, y por ende sabe de qué pueden y deben prescindir. Estas transformaciones han supuesto una adaptación, donde los ciudadanos han ido familiarizándose con un entorno cada vez más digital y tecnológico y, a su vez, nuevos sujetos que han ido creciendo junto a ellas, de manera comunicativa, relacional e informacional (Cabero & Marín, 2017); en otros términos, los adolescentes “desde que tienen uso de razón les han rodeado instrumentos electrónicos que han configurado su visión de la vida y del mundo” (Feixa, 2006, p. 13).

Esta adaptación empieza con la necesidad de desarrollar la competencia digital, “un conjunto de herramientas, conocimientos y actitudes en los ámbitos tecnológico, comunicativo, mediático e informacional que configuran una alfabetización compleja y múltiple” (Gisbert, González & v, 2011 p. 76), la cual, se está viendo cada vez más imprescindible, debido a la proliferación de los dispositivos móviles. La utilización de este tipo de dispositivo en el campo educativo aumenta año tras año, debido al progreso del denominado aprendizaje móvil, más dinámico y compatible con las características del estudiante del siglo xxi (Castaño & Cabero, 2013).

La observación diaria de cualquier escenario vital muestra que la sociedad le dedica un determinado número de horas a la utilización de dispositivos móviles y a conectarse a Internet. Este hecho, puede estar convirtiéndose en un arma de doble filo para el desarrollo conductual de nuestros jóvenes. Según los datos recogidos en el Informe Ditrendia Mobile en España y en el Mundo (Ditrendia, 2017), los jóvenes son los más activos a la hora de leer su correo electrónico en el móvil, así como el empleo del mismo para afrontar cualquier actividad habitual, sustituyendo al ordenador por el Smartphone: “La telefonía móvil se ha convertido en el medio de interacción social más potente” (Fombona y Roza, 2016, p. 160); por lo que se hace necesario conocer el uso que se realiza de estos dispositivos móviles, más si cabe en las edades más problemáticas, ya que como señala Lozano (2014) entre los 14 y 30 años (siendo su fase más complicada entre los 15-18 años) es donde se encuentra el mayor número de personas que requieren de algún tratamiento en relación al mal uso o “adicción” del móvil o dispositivos tecnológicos conectados en red, y es precisamente en esta franja de edad donde se sitúan la mayoría de alumnos de ciclos formativos.

2. Método

La incorporación de la tecnología a todas las actividades diarias, en la denominada sociedad de la información y el conocimiento, ha supuesto un cambio en los comportamientos, las conductas y necesidades de todas las personas. Estos cambios han traído multitud de beneficios en muchos ámbitos, especialmente en la educación; no obstante, y debido a la necesidad de adquirir una serie de conocimientos y competencias para el uso de las mismas, la carencia de una formación previa o el desconocimiento del empleo de las mismas puede originar la aparición de serios inconvenientes.

Nuestra investigación se centrará en esa inadecuada relación de los jóvenes con las tecnologías, al considerarlo un tema de gran repercusión no sólo social, sino también educativa.

A tenor de este escenario, el objetivo general que nos planteamos con esta investigación es averiguar la percepción que manifiestan los estudiantes en formación profesional sobre el uso del teléfono móvil y, si la misma se ve condicionada por factores como el sexo, tipo del centro del que provienen, la titulación, la familia profesional a la que pertenecen, el tipo de dispositivo que emplean y el número de horas al día que los utilizan.

En este sentido, las hipótesis propuestas quedan condicionadas por el método de investigación empleado, siendo estas:

• ¿Existe relación entre el uso que realizan del móvil y el sexo de los encuestados?

• ¿Hay diferencias con relación al uso del móvil dependiendo del tipo de centro del que proceden los participantes?

• ¿Existen diferencias significativas relacionadas con el tipo de titulación en los ciclos formativos, medio o superior, de los estudiantes y el uso del móvil?

• ¿Las valoraciones que el alumnado tiene en relación al uso del móvil varía según la familia profesional de la que provienen?

• ¿Aparecen diferencias relacionadas con el uso del móvil dependiendo del tipo de dispositivo empleado por el alumnado?

• ¿Será un condicionante que aporte valores significativos la frecuencia de uso del móvil dependiendo del número de horas al día que emplean los estudiantes de ciclos formativos?

El paradigma positivista en el que se sustenta este estudio supone emplear procedimientos de carácter hipotéticos-deductivos surgiendo de teorías y, no de la realidad educativa (Rodríguez y Valldeoriola, 2012); gozando de una naturaleza cuantitativa, siendo el diseño de investigación de tipología ex post facto (Mateo, 2012).

El instrumento empleado para la recopilación de los datos es un cuestionario cuya precisión revela un alto grado de consistencia interna, al obtener un valor de 0.905 en el procedimiento Alfa de Cronbach; asimismo, la vinculación del ítem con la escala refleja un alto grado de confiabilidad, como muestra la siguiente tabla:




Inicialmente, este instrumento goza de validez, los análisis efectuados, medida KMO de 0.973 y, la prueba de esfericidad de Barlett (2(351)=2268.213 y p=0.000); evidencian la potencialidad de realizar un Análisis Factorial Exploratorio (AFE), que han revelado un factor mediante la extracción de componentes principales, atendiendo a los autovalores mayores que 1, a través de un método de rotación ortogonal varimax. Estos datos son similares a los obtenidos en el estudio de LópezFernández, Honrubia-Serrano y Freixa-Blanxart (2012), que emplean “La escala de uso problemático de teléfono móvil”, en la que se basa este estudio; siendo el mismo la adaptación española del “Mobile Phone Problem Use Scale” (MPPUS) de Bianchi y Phillips (2005).

La muestra fue seleccionada mediante el muestreo causal o accidental, ya que suele ser el más habitual en los estudios del ámbito de las ciencias sociales y educativas, basándose en la facilidad de acceso a los individuos objeto de estudio (Sabariego, 2012). La misma, está determinada por 220 participantes, procedentes de ciclos formativas de la zona sur de la ciudad de Córdoba, siendo el 48.6% de títulos de grado medio y el 50.9% de grado superior; el 73.2% están matriculados en el CES Ramón y Cajal (centro concertado de secundaria), y el 26.8% del IES Averroes (centro de carácter público). El 74.1% son mujeres y el 25.9% son hombres; la edad media de los estudiantes es 23.72 años, siendo 16 el mínimo y 56 el máximo.

El 5.9% pertenecen a la familia profesional de Administración y Gestión, el 11.8% a Comercio y Marketing, el 45.5% a Sanidad y, el 36.8% a Servicios Socioculturales y a la comunidad.

En relación al dispositivo que emplean habitualmente para el acceso a Internet, la muestra se configura con un 3.6% sólo Pc; el 37.7% sólo móvil o Smartphone, el 48.2% Pc y móvil, el 2.7% Tablet y móvil, y el 7.7% Pc, Tablet y móvil. Asimismo, el 50.5% de la muestra accede más de 5 horas al día a Internet, el 30.0% entre 3 o 4 horas, y el 19.5% entre 1 o 2 horas al día.

Finalmente, el análisis de los datos será de carácter cuantitativo, descriptivos e inferenciales atendiendo a diversos criterios de clasificación.

3. Resultados

Los resultados extraídos del análisis descriptivo e inferencial realizado a los datos recopilados del estudio son los siguientes:

El alumnado participante en relación al ítem 1 “todos mis amigos tienen móvil”, el 95.9% ha respondido que está totalmente de acuerdo, y para el ítem 27 “suelo soñar con el móvil”, el 91.8% ha indicado estar totalmente en desacuerdo, obteniéndose el mayor número de participantes para ambas variables. Además, en el ítem 1 para el intervalo 2 y 3, no ha sido seleccionado por ningún participante, al igual que para el ítem 27, donde nadie ha escogido la respuesta del intervalo 4 del cuestionario.

En la tabla anterior, se observa que, en la mayoría de los casos, el porcentaje más elevado coincide dentro del intervalo 1 en sus respuestas, las cuales coinciden con los valores de un uso adecuado del móvil, mientras que el menor porcentaje de los participantes se sitúan entre el intervalo 4 y 5, cuyos valores se engloban dentro de un uso más problemático.

Por otro lado, existen algunas variables que no se encuadran dentro de lo indicado anteriormente, como es el caso del ítem 2 “he usado el móvil para hablar con otros cuando me sentía sólo/a o aislado/a”, donde el 31.8% de los participantes han indicado estar totalmente de acuerdo, mientras que el 10,9% afirma estar totalmente en desacuerdo. Por último, para el ítem 3 “si no tuviera móvil, a mis amigos les costaría ponerse en contacto conmigo” con un 24.5%, el ítem 4 “el tiempo que paso con el móvil ha aumentado en el último año” con 27.7%, y el ítem 8 “cuando estoy al teléfono y estoy haciendo algo más, me dejo llevar por la conversación y no presto atención a lo que hago” con un 25.5%, han indicado serle indiferente.

Procediendo a establecer diferencias estadísticamente significativas, se realiza la prueba de T de Student (n.s.=0.05); tomando como variable de agrupación el sexo del alumnado, cuyos resultados obtenidos reflejan datos significativos para algunas de las variables, siendo:

Los hombres de este estudio están más de acuerdo en que “todos sus amigos tienen móvil” (t=2.142 y p=0.033, M=4.98) y que “a veces preferiría usar el móvil que tratar otros temas más urgentes” (t=2.235 y p=0.028, M=2.14). En cambio, las mujeres participantes, coinciden en que “me noto nervioso/a si paso tiempo sin consultar mis mensajes o si no he conectado el móvil”(t=-2.543 y p=0.012, M=2.51); “he intentado pasar menos tiempo con el móvil, pero soy incapaz” (t=-2.046 y p=0.043, M=2.12) y por último, “nunca tengo tiempo suficiente para el móvil” (t=-2.205 y p=0.029, M=2.10). Mientras que, los restantes ítems relativos al uso del móvil no muestran significatividad.

Tomamos como variable el centro de estudios, cuyos resultados obtenidos, reflejan datos significativos para algunas de las variables. En relación a los alumnos y alumnas pertenecientes al centro IES Averroes, están a favor que “todos mis amigos tienen móvil” (t=-2.668 y p=0.008, M=5.00); en cambio para el alumnado del centro CES Ramón y Cajal coinciden en que “he intentado ocultar a los demás el tiempo que dedico al hablar con el móvil” (t=2.240 y p=0.026, M=1.54) y “suelo soñar con el móvil” (t=1.824 y p=0.070, M=1.20). Las restantes comparaciones en los diversos ítems no muestran significatividad.

Asimismo, llevamos a cabo el análisis referente al tipo de titulación de los participantes, obteniendo solo un único valor significativo, el alumnado que está matriculado en la titulación de Grado Superior, está más de acuerdo en que “todos mis amigos tienen móvil” (t=-2.469 y p=0.015, M=4.99).

Por otro lado, debido a la adscripción de este grupo de estudiantes en diferentes familias profesionales, hemos realizado una Análisis de Varianza (Anova, por sus siglas en inglés) (n.s.=0.05) obteniendo valores representativos, aplicando la prueba de Bonferroni para controlar la tasa de error en las comparaciones y con este procedimiento post hoc, se constatan los resultados obtenidos en la aplicación del Anova.

Existe un efecto estadísticamente significativo del hecho de estar de acuerdo en “Si no tuviera móvil, a mis amigos les costaría ponerse en contacto conmigo” y las familias de los ciclos en los que están matriculados los participantes F(3,216)=3.458, p=0.017,2=0.05. Las comparaciones múltiples indican que existe diferencias significativas en la opinión “si no tuviera móvil, a mis amigos les costaría ponerse en contacto conmigo” entre el grupo de los estudiantes de Administración y Gestión y los de Sanidad t(216)=3.052 y p=0.016. En cambio, no existen diferencias en dicha variable entre las restantes combinaciones de grupos.

De igual modo, para esta variable también se comprueba que hay significación con el hecho de que “me han dicho que paso demasiado tiempo con el móvil” F(3,215)=3.740, p=0.012. Cuando comprobamos las comparaciones múltiples, se observa como para esta variable entre el alumnado de Comercio y Marketing, y el de Servicios Socioculturales y a la Comunidad t(215)=3.018 y p=0.017, sin que existan diferencias entre el resto de familias profesionales.

Considerando en esta ocasión el dispositivo que emplea habitualmente la muestra participante, hemos efectuado un Anova (n.s.=0.05), obteniendo los siguientes datos distintivos:

Los participantes que utilizan habitualmente móvil para conectarse señalan estar más de acuerdo con la idea de que “mis amigos y familia se quejan porque uso mucho el móvil”, F(4,213)=2.649, p=0.034, , que los que usan habitualmente tablet y móvil, t(213)=2.926 y p=0.038. Mientras que no existe datos significativos con las restantes comparaciones.

Además, en relación al dispositivo utilizado, también comprobamos que existe un efecto estadísticamente significativo para “suelo soñar con el móvil” con los estudiantes que usan tablet y móvil F(4,215)=5.808, p=0.000, =0.09. Al realizar comparaciones múltiples, observamos que existe diferencias significativas en la opinión “suelo soñar con el móvil” entre los participantes que usan tablet y móvil y el resto de dispositivos, es decir, para los que usan PC t(215)=3.886 y p=0.001; móvil t(215)=4.330 y p=0.000; los que usan PC y móvil t(215)=4.674 y p=0.000 y, por último para los que utilizan todos los dispositivos t(215)=3.429 y p=0.007.

Como último punto de nuestro análisis de las variables del uso del móvil, en lo que se refiere al establecimiento de diferencias estadísticamente significativas en función de las horas al día de conexión, hemos ejecutado un Anova (n.s.=0.05), cuyos resultados aparecen en la siguiente tabla:





Para el alumnado que emplea más de 5 horas de su tiempo en el uso del móvil, se comprueba que existe un efecto estadísticamente significativo en distintas variables, entre ellas, la variable relacionada con “he usado el móvil para hablar con otros cuando me sentía sólo/a o aislado/a”, F(2,216)=3.543, p=0.031, =0.03, que los que dedican entre 1 o 2 horas para estar conectados, t(216)=2.577 y p=0.031; estar más de acuerdo con la idea de que “el tiempo que paso con el móvil ha aumentado en el último año”, F(2,211)=8.562, p=0.000, =0.07, que los que emplean entre 1 o 2 horas de conexión, t(211)=4.091 y p=0.000; con la afirmación de “empleo mi tiempo con el móvil, cuando debería estar haciendo otras cosas y esto me causa problemas”, F(2,216)=10.670, p=0.000, =0.09, que los que dedican entre 1 o 2 horas, t(216)=3.974 y p=0.000, y finalmente, la variable “suelo llegar tarde cuando quedo porque estoy enganchado/a al móvil cuando no debería”, F(2,217)=5.276, p=0.006, =0.05, que los que lo utilizan entre 1 o 2 horas, t(217)=3.025 y p=0.008. Para estas variables, no se refleja relevancia entre el resto de comparaciones. En cambio, comprobamos que aparecen variables en las que si existen datos significativos con todas las comparaciones y que podemos detallar a continuación:

“Me cuesta apagar el móvil”, F(2,216)=10.670, p=0.000, donde al realizar comparaciones múltiples, observamos que existen diferencias significativas en la opinión de los que dedican entre 1 o 2 horas, t(216)=4.424 y p=0.000 y los que emplean entre 3 o 4 horas t(216)=3.318 y p=0.003.

“Cuando estoy al teléfono y estoy haciendo algo más, me dejo llevar por la conversación y no presto atención a lo que hago”, F(2,214)=6.190, p=0.002, , en relación a los que emplean entre 1 o 2 horas de uso, t(214)=2.811 y p=0.016 y los que se conectan entre 3 o 4 horas t(214)=2.904 y p=0.012.

“Me veo enganchado/a al móvil más tiempo del que me gustaría”, F(2,216)=15.433, p=0.000, =0.12, a diferencia de los alumnos que lo usan entre 1 o 2 horas t(216)=5.288 y p=0.000 y los de entre 3 o 4 horas t(216)=3.286 y p=0.004.

“Me noto nervioso/a si paso tiempo sin consultar mis mensajes o si no he conectado el móvil”, F(2,216)=8.328, p=0.000, =0.07, y los que emplean entre 1 o 2 horas t(216)=3.697 y p=0.001 y entre 3 o 4 horas t(216)=2.823 y p=0.016.

“Me siento perdido/a sin el móvil”, F(2,214)=11.857, p=0.000, =0.09, que los participantes que emplean entre 1 o 2 horas t(214)=4.222 y p=0.000 y 3 o 4 horas t(214)=3.668 y p=0.001.

“Me han dicho que paso demasiado tiempo con el móvil”, F(2,216)=26.784, p=0.000, =0.19, a diferencia de los de 1 o 2 horas t(216)=6.214 y p=0.000 y los de 3 o 4 horas t(216)=5.665 y p=0.000.

“Cuando me he sentido mal he utilizado el móvil para sentirme mejor”, F(2,214)=7.742, p=0.001, =0.67, en relación a los que emplean entre 1 o 2 horas de conexión t(214)=2.685 y p=0.023 y los que se conectan entre 3 o 4 horas t(214)=3.586 y p=0.001.

“Mis amigos y familia se quejan porque uso mucho el móvil”, F(2,215)=21.327, p=0.000, =0.16, mientras que los que dedican entre 1 o 2 horas t(215)=5.225 y p=0.000 y los que emplean entre 3 o 4 horas t(215)=5.401 y p=0.000.

En relación a la variable “he intentado pasar menos tiempo con el móvil, pero soy incapaz”, F(2,217)=8.399, p=0.000, =0.06, los estudiantes que emplean entre 1 o 2 horas t(217)=3.370 y p=0.003 y los que lo usan entre 3 o 4 horas t(217)=3.305 y p=0.003.

Por último, “el uso del móvil me ha quitado horas de sueño”, F(2,211)=3.901, p=0.022, =0.03 y, “mi rendimiento ha disminuido a consecuencia del tiempo que paso con el móvil”, F(2,217)=3.647 y p=0.028, =0.03, aunque significativas, las pruebas post hoc aplicadas no reflejan dicho aspecto en las comparaciones.

Es un hecho indiscutible que los dispositivos móviles se han incorporado a la sociedad con un consumo y crecimiento exponencial en el tiempo y es normal observar, cada vez con más asiduidad, a jóvenes y adultos con los denominados Smartphone. El Instituto Nacional de Estadística (INE, 2016) publica una encuesta en relación equipamiento y uso de las TIC, en la que expone que el 96.7% de los hogares en España disponen de teléfono móvil y que el dispositivo más utilizado para conectarse desde cualquier sitio a Internet es el teléfono móvil (93.3% de la población).

Por último, el sexto interrogante planteado hace referencia al número de horas al día que el alumnado de formación profesional emplea en el móvil. Esta variable revela una información importante con relación al estudio, ya que con los resultados obtenidos se comprueba que el número de horas es un factor condicionante que aporta valores significativos. A primera vista, nuestros resultados muestran una baja prevalencia de uso problemático del teléfono móvil, puesto que como ya dijimos anteriormente, la mayoría de las respuestas dadas se encontraban en valores de 1 y 2. A pesar de esto, el 50.5% de los estudiantes han indicado que acceden a Internet o usan el móvil más de cinco horas al día, seguido de un 30% que afirma estar entre 3 o 4 horas al día. Si comprobamos los resultados significativos relacionados con el número de horas al día, se observa que están asociadas con variables que según Echeburúa y De Corral (2010) pueden considerarse señales de alarma antes una posible necesidad o adicción a la tecnologías, como son el “descuidar otras actividades, relaciones o estudios”, “recibir quejas en relación al uso por parte de personas cercanas”, “pensar, bloquear o necesitar el móvil o Internet”, “intentar limitar el tiempo de conexión sin conseguirlo”, etc.

4. Conclusiones

Las conclusiones de este estudio vienen determinadas por las aportaciones de los 220 estudiantes de formación profesional de varios centros del distrito sur de la ciudad de Córdoba, en relación a la percepción que poseen en relación al uso propio del teléfono móvil (Smartphone).

La primera cuestión que nos planteábamos con las hipótesis de este estudio, hacía referencia a si existía relación entre el uso del móvil y el sexo de los participantes, cuyos resultados obtenidos en el análisis muestran que existe diferencia en cuanto el sexo. El estudio refleja, que en la relación de uso del móvil si aparecen diferencias significativas en la opinión de las mujeres. Los resultados de nuestro trabajo se asemejan a los trabajos sintetizados por Carbonell et al. (2012), en el que se concluye que existen ciertas diferencias en función al sexo, donde los hombres tienen más relación de uso con el Internet y las mujeres con el móvil.

La segunda hipótesis se refería a comprobar si existían diferencias de uso del móvil dependiendo del tipo de centro del que proceden los estudiantes. Encontramos que existen diferencias, concretamente para el CES Ramón y Cajal en variables que se relacionan con un uso inadecuado, como es el “ocultar el tiempo que dedican los estudiantes para hablar por el móvil” y la posibilidad de “soñar con el móvil”. Las razones que pueden llevar a estas diferencias pueden deberse a distintos factores como es la formación en competencias tecnológicas de los docentes, las instalaciones con las que cuenta cada centro, plan de estudios relacionado a las tecnologías, etc. Una de las diferencias con la que contamos y que podemos justificar en parte estos resultados, puede deberse a que el centro público IES Averroes, a diferencia del otro centro, no sólo posee varios proyectos de índole tecnológica y el uso de plataformas virtuales de enseñanza, sino que también ha sido centro pionero en tecnologías educativas en Andalucía, el cuál ha sido evaluado y analizado por diferentes investigaciones como Boza, Toscano y Méndez (2009) y Paredes (2010).

Con respecto al tercer interrogante, nos preguntábamos si existen diferencias relacionadas con el tipo de titulación de los participantes. Se comprueba que si concurren para el alumnado de Grado Medio con relación al uso del móvil. La razón principal de estas diferencias recae en el factor edad del alumnado que se encuentran habitualmente dentro de este nivel de estudios. Además, esta afirmación está vinculada con nuestra cuarta hipótesis, la cual se refiere a que si se aprecian diferencias en relación a la familia profesional y efectivamente aparecen para los participantes que estudian la rama de Comercio y Marketing, que además pertenecen la titulación de Grado Medio. Tal y como afirma Labrador y Villadangos (2010) la edad correlaciona positivamente con la percepción de problemas, con una mayor frecuencia de uso se perciben o se han experimentado más problemas o bien que conforme aumenta la edad, se van identificando mejor los efectos negativos. Además, Estévez, Herrero, Sarabia y Jáuregui (2014) confirman que existe una reducción en el porcentaje de adolescentes con uso problemático del móvil (Sánchez et al., 2008) conforme avanza la edad.

La quinta hipótesis que nos planteamos se refiere al tipo de dispositivo empleado por los estudiantes. En nuestros resultados se comprueba que si existen diferencias con relación al uso del móvil y en los que evidentemente se obtienen datos más favorables al móvil como dispositivo empleado. Es un hecho indiscutible que los dispositivos móviles se han incorporado a la sociedad con un consumo y crecimiento exponencial en el tiempo y es normal observar, cada vez con más asiduidad, a jóvenes y adultos con los denominados Smartphone.

Por último, el sexto interrogante planteado hace referencia al número de horas al día que el alumnado de formación profesional emplea en el móvil. Esta variable revela una información importante con relación al estudio, ya que con los resultados obtenidos se comprueba que el número de horas es un factor condicionante que aporta valores significativos. A primera vista, nuestros resultados muestran una baja prevalencia de uso problemático del teléfono móvil, puesto que como ya dijimos anteriormente, la mayoría de las respuestas dadas se encontraban en valores de 1 y 2. A pesar de esto, el 50.5% de los estudiantes han indicado que acceden a Internet o usan el móvil más de cinco horas al día, seguido de un 30% que afirma estar entre tres o cuatro horas al día. Si comprobamos los resultados significativos relacionados con el número de horas al día, se observa que están asociadas con variables que según Echeburúa y De Corral (2010) pueden considerarse señales de alarma antes una posible necesidad o adicción a la tecnologías, como son el “descuidar otras actividades, relaciones o estudios”, “recibir quejas en relación al uso por parte de personas cercanas”, “pensar, bloquear o necesitar el móvil o Internet”, “intentar limitar el tiempo de conexión sin conseguirlo”, etc.

Referencias

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Cabero, J. & Marín, V. (2017). La educación formal de los formadores de la era digital-los educadores del siglo xxi. Notandum, 44, 29-42. http://dx.doi.org/10.6018/analesps.28.3.156061

Carbonell, X., Chamarro, A., Beranuy, M., Griffiths, M., Oberst, U., Cladellas, R. & Talarn, A. (2012). Problematic Internet and cell phone use in Spanish teenagers and young students. Anales de Psicología, 28(3), 789-796. http://dx.doi.org/10.6018/analesps.28.3.156061

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